miércoles, 5 de diciembre de 2012

REMEDIOS CON FRUTAS.

El tomate es un excelente revitalizante para las personas en tratamiento de quimioterapia y su jugo, consumido después de las comidas, es una excelente solución para el estreñimiento.

Tratamiento de belleza: un kiwi 
en el desayuno y unos higos en la merienda mantienen y regeneran el colágeno de la piel.
Para prevenir la osteoporosis deben tomarse uno o dos vasos por mes de jugo de higo, licuando el fruto con su cáscara en leche y endulzado con miel.

Cocine un maracuyá con su cáscara durante cuatro minutos, déjelo enfriar y prepare un licuado: obtendrá un potente afrodisíaco. El jugo sin cocción previa produce impotencia y frigidez.

Para la presión alta, beba un vaso diario y tres como máximo de jugo natural de mora.

Para prevenir problemas de próstata, desayunar con pera picada mezclada con una cucharada sopera de miel y una de polen, durante 20 días.

Para terminar con los parásitos intestinales tomar un vaso de jugo de ananá durante 10 mañanas, antes de desayunar.

LOS BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR:




A los 20 minutos

La tensión arterial y el pulso se normalizan y se incrementa el flujo sanguíneo.

A las 8 horas

El nivel de monóxido de carbono en la sangre empieza a disminuir.

A las 48 horas

El monóxido de carbono y la nicotina han desaparecido por completo.

A los 2 ó 3 días

Menos mucosidad, o ninguna, en la garganta y los bronquios y con ello, menores dificultades respiratorias.

A los 5-7 días

Mejoran los sentidos del olfato y el gusto, el aliento es más fresco, los dientes están más limpios y el nivel de energía aumenta.

A las 2-3 semanas

El síndrome de abstinencia físico desaparece y pueden pasar horas sin acordarse del tabaco. Disminuye asimismo el riesgo de trombosis.

A las 3-4 semanas

La tos y las molestias en los senos nasales desaparecen. Disminuyen los problemas de falta de aliento y se siente menor fatiga. Más energía. Los pulmones son más fuertes ante una infección.

A los 2-3 meses

La función pulmonar mejora un 5%.

Al año

Se divide por dos el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

A los 2-3 años

Los riesgos de padecer neumonía o gripe son los mismos que los de un no fumador. Los riesgos de ataques al corazón, angina de pecho y problemas cardiovasculares continúan bajando.

A los 5 años

El riesgo de cáncer de garganta, esófago y vejiga se reduce a la mitad.

A los 5-10 años

Los riesgos de enfermedades cardiovasculares o trombosis son los mismos que los de los no fumadores.

A los 10 años

El riesgo de cáncer de pulmón se divide por dos.

A los 15-20 años

El riesgo de padecer cáncer de pulmón, garganta, esófago o vejiga es el mismo que el de los no fumadores. Aun así, el riesgo de padecer cáncer de pulmón de los ex fumadores empedernidos (20 o más cigarrillos diarios) sigue siendo el doble el resto de sus vidas.

Otras ventajas
Menos estrés

Apenas unos meses después de dejarlo, los fumadores más empedernidos se consideran a sí mismos menos estresados.

Existe la evidencia de que la nicotina, lejos de aliviar el estrés, puede causarlo. La percepción de los fumadores de que la nicotina lo alivia se debe simplemente a que satisface la demanda del cuerpo de más nicotina entre cigarrillos; la respuesta de "agradecimiento" del organismo tras la nueva dosis es la que alivia la tensión.

Más tiempo y... más dinero

La ganancia de tiempo tras dejarlo es una sorpresa para los ex fumadores.

La mayor parte de los fumadores no es consciente del tiempo que dedican a preocuparse por el tabaco: dónde comprarlo, cuándo, en festivos o por la noche...

Y... ¡para qué hablar del dinero!

Sentimiento de logro

Es absolutamente satisfactorio fijarse una meta y lograrla, particularmente cuando el camino tiene obstáculos imprevistos que hay que superar.

Muchos ex fumadores están legítimamente orgullosos de haberlo dejado y ese sentimiento puede fortalecer enormemente su autoestima.

Es buena idea que las metas establecidas en los primeros días o semanas tras dejarlo sean realistas y no decir cosas como 'lo dejo ahora mismo y para siempre'.

Puede incrementarse la motivación si se premia usted mismo en diversas 'fechas señaladas' que usted mismo fije: un día sin fumar, luego tres, una semana, dos semanas, un mes, etc. Muchas 'victorias' de este tipo incrementan la confianza en uno mismo.

Recuperar el control

Uno de los aspectos más duros de dejar de fumar es resistir a la ansiedad por fumar.

Cuando se deja de fumar, esos momentos de ansiedad llegan regularmente, pero habitualmente desaparecen en un par de minutos.

Esa ansiedad es como un músculo bien desarrollado. Cuando deja de usarse se va debilitando hasta que se atrofia por completo. Cada vez que se supera un momento de ansiedad se da un paso más hacia esa atrofia.

Cuando aprenda a soportar los momentos de ansiedad, habrá ganado en todos los frentes. Esos momentos se irán espaciando y desaparecerán, recuperando el control de la adicción.

Una nueva faceta de la personalidad

Dejar de fumar puede hacer que emerjan aspectos nuevos de la personalidad.

Como parte del proceso de conocimiento de los factores que desencadenan el ansia por fumar, muchos fumadores acaban por saber qué les enfada o estresa, qué les hace feliz o qué les aburre.

Aprender a controlar nuevas situaciones y a sortear obstáculos puede ayudar al desarrollo personal.


CÓMO CONTROLAR EL PENSAMIENTO



Pensar es una actividad que, en la mayor parte de la humanidad, coloca a la mente en cosas concretas, externas y visibles.

Cuando la persona todavía no aprendió que puede controlar su pensamiento, este se vue
lve desenfrenado. Y, cuanto más desenfrenado, más se aferra la mente a cosas externas y concretas, y más difícil se vuelve concentrarla en cosas abstractas, elevadas. Así, la mente se distrae, se dispersa y se mantiene enfocada en aquello que los sentidos le presentan. Y muchas veces la persona ni siquiera se da cuenta de su propia dispersión.

Quien está consciente de su propio estado de dispersión y está en una búsqueda espiritual necesita concentrarse, porque sólo así consigue centralizar la energía mental y dirigirla hacia los niveles más elevados de la existencia.

Sin embargo, para conseguir concentrarse, no basta simplemente querer, ni tampoco hacer ejercicios sistemáticos. La concentración sólo ocurre realmente cuando la persona renuncia a aquello que la atrae, le agrada o la contenta, y se dedica prioritariamente a la búsqueda espiritual.

En el pasado se crearon muchos ejercicios de concentración adecuados para la mente de aquellos tiempos. Pero, en general, los que hacían los ejercicios tenían una vida organizada, armoniosa, sana y disciplinada.

No es el caso de la mayoría de las personas de hoy. Actualmente, nuestra civilización estimula el consumismo y una forma de vida desordenada, determinada por los deseos. Si hoy alguien hace los ejercicios de concentración creados en el pasado y vive como la mayoría vive en nuestros días, cediendo a los llamados de los deseos, no llegará a concentrarse, porque le faltará cierto ascetismo en su vida diaria, imprescindible para la concentración.

Además, con el pasar del tiempo, la consciencia y la mente humanas se desenvolvieron y en la mente se aproximaron los diferentes niveles de consciencia. Por lo tanto, los antiguos ejercicios de concentración ya no son adecuados para la mente actual.

Cuando se practica el ascetismo, o sea, cuando se renuncia a todo lo que dispersa, cuando se rechaza todo lo que no lleva a los niveles espirituales, cuando se controlan los propios impulsos en la vida diaria, finalmente es posible la concentración.

Del libro: Trabajo Espiritual con la Mente – Trigueirinho

El mayor ejemplo de desapego nos lo dan las abejas.



Después de construir las colmenas las abandonan. Y no la dejan muerta, en ruinas, sino viva y repleta de alimento. Dejan toda la miel que fabricaron de más, sin preocuparse con el destino que tendrá. Levantan vuelo hacia su próxima morada sin mirar para atrás.

En la vida de las abejas encontramos una gran lección. En general el hombre construye para sí, piensa en el valor de la propiedad, ambiciona conseguir más bienes, 
sufre y pelea ante la inminencia de perder aquello por lo que “luchó” por conseguir.

“Donde esté nuestro corazón, allí estarán nuestros tesoros...”

Por lo tanto, no puede haber Paz donde los pensamientos y los sentimientos forman una telaraña que atrapa al ser en lo que considera suyo. Esta telaraña no lo deja alzar vuelo hacia nuevas moradas. Y dicho impedimento vale tanto en la vida como en la muerte.

Prisionero en un plano denso, pierde oportunidades de experiencias superiores.

La lección de las abejas está en su espíritu de donación. En un acto poco común de desapego, abandonan lo que les llevó una vida construir. Simplemente lo sueltan sin preocuparse por el destino que tendrá. Dejan lo mejor que tienen, sea para quien fuere, lo cual es muy distinto de donar lo que no tiene valor o dirigir la donación a nuestros preferidos. Si queremos ser libres, si queremos dejar de sufrir por lo que tenemos o por lo que no tenemos, debemos abrigar un único deseo:

Transformarnos.

El ejercicio consiste en tener siempre presente que nada ni nadie nos pertenece, que no vinimos al mundo para poseer cosas o personas, y que debemos soltarlas.

De modo que, cuando algo o alguien tiene que irse de nuestra vida, no alimentemos la ilusión de pérdida. Adquirimos una visión más amplia.

El sufrimiento llega cuando nos aferramos a algo o a alguien.

El apego empaña lo que debería estar claro: por detrás de una supuesta pérdida se esconde la enseñanza de que está por llegar algo nuevo y mejor para nuestro crecimiento. Y si no renunciamos a lo viejo ¿Cómo puede haber espacio para lo nuevo?...
Fuente: Saikuma

REFLEXIÓN DEL DÍA


10 AFIRMACIONES POSITIVAS PARA COMENZAR EL DÍA:

Diez Afirmaciones Positivas Para Susurrarte A Ti Mismo:

1. “Me ENCANTA mi vida”
Di esto por la mañana y tu vida cambiará radicalmente: antes de levantarte, antes de que te pongas las zapatillas, dite a ti mismo: “¡ME ENCANTA MI VIDA!”. La vida es un regalo. Así pues, aprecia cada minuto y cada segundo… ¡Hoy será un gran día para ser tú mismo!

2. “Mis pensamientos crean mi realidad”
Comienza el día sonriendo mientras te duchas. Imagínate el día, hora a hora. ¿A quién vas a conocer? ¿Qué increíble experiencia vas a tener? Tus pensamientos crean emociones; las emociones llevan a las acciones; las acciones traen resultados. Ten una mentalidad de abundancia, piensa que eres muy afortunado, y eso es lo que se manifestará en tu vida.

3. “Estoy agradecido”
Cuando aprecias lo que tienes, lo que tienes aumenta de valor. Así que, estando aún en la ducha, piensa al menos en 20 cosas por las que estás agradecido. Esto te dará una profunda sensación de felicidad.

4. “Elijo ser feliz”
La felicidad es una elección. Recuerda que una buena actitud siempre conduce a grandes experiencias. Decide ser feliz. Es bueno para tu salud.

5. “Sonríe”
Nunca sabrás a quién le has alegrado el día.
6. “Me lo merezco”
Quiérete a ti mismo, confía en tus elecciones, porque eres digno de amar. Digno de paz. Digno de felicidad. Digno de disfrutar.

7. “Las opiniones ajenas no importan realmente”
No te dejes arrastrar por la opinión que otros tienen sobre ti. Realmente, sus palabras hacia ti sólo reflejan quiénes son realmente. En vez de escuchar lo que otros dicen sobre ti, confía en tu sabidruía interior. Escucha a tu corazón, y él te guiará.

8. “Soy amable”
Cada acto de amabilidad que realizas libera serotonina en tu cerebro (la serotonina es una hormona que contribuye a la sensación de bienesetar y felicidad). Ayuda a un extraño, haz regalos en forma de abrazos y cumplidos.

9. “Vivo en el ahora”
Saborea cada momento de tu vida, porque cada momento es único; no hay instantes vacíos. Mantente consciente, presente y centrado. Y cuando tus pensamientos comiencen a ir a la deriva, recuerda que el pasado y el futuro son ilusiones elaboradas por tu mente. El único tiempo que existe es el ahora.

10. “Respiro hondo”
Sé consciente de cada respiración que tomas. Disfruta la sensación de llenar tus pulmones con cada inspiración, y después exhala.

Escribe estas diez afirmaciones positivas (puedes añadir algunas más) y pégalas en el espejo del baño. Repítelas durante el día. Siéntelas. Cántalas bien alto.