martes, 13 de mayo de 2014

ROSTRO ALARGADO O ROSTRO CORTO



ROSTRO ALARGADO

Personas con tendencia a la poca actividad. Tienen predisposición a no terminar lo que comienzan, de no ser que les aprieten o tengan una necesidad u obligación imperiosa. A veces pueden aparentar “mártires” para conseguir su finalidad y hagan su labor los demás. Utilizan frases como: “hazlo tú, que lo haces mejor que yo”. Existen personas de rostros alargados que son más activos, pero necesitarán poseer una muy buena tonicidad del rostro. Sólo de esta manera, podrán compensar su pasividad innata de la cara alargada.

ROSTRO CORTO

Son personas generalmente muy trabajadoras y extremadamente impacientes. No dejan para mañana lo que pueden hacer hoy. Si además su piel es de tono colorado, todavía serán más activos y nerviosos. En Morfopsicología, todo lo corto nos habla de acción rápida, mientras que lo alargado irradia tranquilidad. El rostro corto quizás no tiene grandes infraestructuras en su mente, pero seguro que llega a especializarse más en la materia que elige, como por ejemplo un excelente dentista. Recordemos que todo lo ancho es más realizador que todo lo alargado, más pasivo y teórico. Hay que tener mucho cuidado con ellos, ya que la paciencia no es precisamente su fuerte y si abandonan es para siempre. Tienen facilidad para cambiar de labor, porque son muy autodidactas y se instruyen muy pronto.

Ilustración y textos: Moisés Acedo Codina
Morfopsicólogo nº3898



GABINETE DE MORFOPSICOLOGIA

Usos Medicinales del Regaliz


A pesar de existir más de doce especies diferentes de regaliz distribuidas por todo el planeta, el regaliz con carácter medicinal es originario del mediterráneo, y se poseen datos de su uso en el antiguo Egipto. Esta planta suele crecer en los márgenes arenosos y húmedos de las costas y los ríos, extendiéndose por la zona occidental de Asia hasta el sur de Europa.

El regaliz es una planta vivaz y perenne que logra vivir hasta los dos años, suele alcanzar los 2 metros de altura y posee un rizoma de gran longitud, el cual es marrón por fuera y amarillo en su interior. La raíz es una especie de legumbre flexible que crece rápidamente. Las hojas son de un verde claro, imparipinnadas, alternas y con hasta 19 foliolos enteros y obtusos. Sus flores se encuentran dispuestas en espigas, son pedunculadas, axilares y de un particular tono purpúreo, mientras que el fruto es una legumbre ovado-oblonga la cual contiene hasta 4 semillas reniformes.

Beneficios del Regaliz

Gastritis, estómago y espasmos : Gracias a la composición de la raíz como la glicirricina y a un discreto efecto cortisónico, es recomendado en casos de gastritis, espasmos abdominales. También ejerce un efecto antiinflamatorio en las mucosas del estómago. Los métodos más prácticos para aliviar este tipo de enfermedades es masticando la raíz de la planta.

Conjuntivitis : Por vía externa se utiliza en casos de afecciones como la conjuntivitis realizando la decocción al 5 por ciento y aplicando enjuagues sobre los ojos.

Afecciones respiratorias : Esta planta posee grandes cualidades como pectoral, por lo cual es recomendada en casos de asma, catarros y bronquitis . Para aliviar enfermedades de carácter respiratorio es necesario macerar unos 100 gramos de la raíz en un litro de agua, y tomar tres veces al día.

Beneficios a nivel respiratorio, dermatológico y digestivo.

Contraindicaciones

No se recomienda el uso de esta planta en personas con hipertensión, pues suele aumentar la presión arterial, así como tampoco la deben consumir personas diabéticas o mujeres en estado de embarazo.

La glicirricina diminuye considerablemente el proceso de degradación de la cortisona en el organismo, por lo cual su uso en exceso puede provocar dolores de cabeza y cortisonismo.

Regaliz
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Género: Glycyrrhiza
Especie: G. glabra


¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...




¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...

¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que tu querías,
te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo lo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.

No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos clavándonos agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo: "Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".

¡Wow! Yo me quedé a cuadros ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella, ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

Al ser humano se le puede arrebatar todo, salvo una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino, para decidir su propio camino.

Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y fundador de la disciplina que conocemos hoy como Logoterapia.

http://www.elsecreto-lda.com.ar/

REFLEXIÓN DEL DÍA



Llega un momento en la vida
donde necesitas detenerte, ver
dónde estás, mirar hacia donde
quieres ir y dejar atrás aquello que
te atrasa!!